Indice
EL PERFIL PSICOLOGICO
En
cualquier proceso de selección la persona responsable
de llevarla a cabo tendrá en cuenta, entre otros, tres
grandes parámetros antes de tomar una decisión con respecto
a la idoneidad o no de una persona para un determinado
puesto. Nos estamos refiriendo a LOS CONOCIMIENTOS,
LAS APTITUDES y LAS ACTITUDES.
En cada
puesto, profesión u oficio tendrán un mayor peso especifico
una de las tres variable enumeradas anteriormente. Así,
habrá trabajos en los que será indispensable tener grandes
conocimientos de una materia determinada, siendo menos
importantes las aptitudes que ésta persona tenga, y
siendo también poco importantes sus actitudes. Este
podría ser el caso de un especialista técnico en cualquier
rama de la ciencia o de la ingeniería.
Existen
otros puestos en los que el seleccionador va a prestar
el máximo de atención a las aptitudes, teniendo menor
importancia los conocimientos o las actitudes. Estas
aptitudes podrán ser físicas, como sería el caso de
un electricista, o psicológica, como seria el caso de
un relaciones publicas. Finalmente existen otros trabajos
en los cuales lo básico a la hora de elegir una persona
no son sus conocimientos (que los podrá ir adquiriendo
a lo largo del tiempo) o las aptitudes (características
natas que posee una persona para determinadas tareas)
sino sus actitudes para su trabajo, su empresa, sus
superiores. Este es el caso de puestos de confianza
o de aquellos que tienen que mantener una colaboración
estrecha con otro superior, como es el caso de las secretarias.
EL PERFIL IDEAL
Indudablemente
no existe el trabajador ideal, es por esto que lo ideal
es más una aproximación, un intento, que una realidad
y hay que adaptarse a las necesidades concretas de un
puesto de trabajo en particular.
Así,
pues vamos a comentar cada una de las variables, teniendo
en cuenta esta flexibilidad de la que antes mencionabamos.
Capacidad
de diversificación:
Debe ser capaz de manejar varios asuntos a un mismo
tiempo. No puede centrarse en una única tarea y no
acometer otras empresas hasta haber finalizado la
que lleva entre manos. Eso le restaría muchas oportunidades,
aparte de que no todas las acciones que emprende acabaran
con éxito. En suma, habrá que tener visión de conjunto
y buen criterio para saber cuando no merece la pena
continuar con una operación y dedicar sus esfuerzos
a otras.
Esfuerzo:
Todo trabajo exige esfuerzo y dedicación, pero un
esfuerzo bien orientado. No hay que trabajar por trabajar,
sino que hay que volcarse en una tarea en función
de un objetivo a alcanzar
Entusiasmo
y ambición:
Se precisa un gran espíritu de superación y una gran
necesidad de alcanzar los objetivos que se fijen.
El entusiasmo y la ambición no pueden desaparecer
en ningún momento de su vida.
Seguridad
personal:
Se debe tener seguridad y confianza en sí mismo.
Necesidad
de dirigir:
El primer jefe de un empleado tiene que ser él mismo.
Debe estar dispuesto a responsabilizarse de su trabajo
y del de los demás, si es necesario.
Agilidad
en las decisiones: Tiene
que ser rápido en su respuesta mental. No puede ni
debe mostrarse indeciso en ninguna circunstancia.
Debe ser decisorio que no es lo mismo que imprudente.
Rapidez
en la acción:
Esta característica puede asumir todos los valores
de la variable en función del tipo de trabajo de que
se trate, pero en ningún caso podrá llegarse a los
extremos, ni perder la noción del tiempo, ni tampoco
lanzarse de forma violenta a la acción.
Necesidades
de destacar:
El trabajador debe saber venderse a sí mismo y lograr
que se tenga en cuenta sus opiniones y consejos. En
consecuencia, no puede pasar inadvertido, pero tampoco
tratar de ser el centro de atención.
Dedicación
a las relaciones sociales:
Debe procurar crear un buen ambiente en torno suyo
y mostrarse comunicativo a todos los niveles
Capacidad
de planificación:
Debe saber planificar sus acciones, bien sea a corto
mediano o largo plazo. Esto dependerá del tipo de
trabajo y las circunstancias particulares. Lo que
nunca se debe hacer es actuar sin pensar, esto es
a "tontas y a locas". Tampoco deberá ser
un soñador que se quede en las nubes sin llevar sus
teorías a la practica.
Sintesis-Analisis:
Deberá enfocar los problemas como un conjunto, teniendo
en cuenta la globalidad del mismo y sin dejar que
los pequeños detalles puedan desviarle de sus objetivos.
Organización
y método: Debe
poseer una mentalidad flexible y anteponer la consecución
de los objetivos a los medios.
Conservador-innovador:
Una actitud abierta ante el cambio es necesaria para
ser un buen trabajador, ya que cada día aparecen nuevas
técnicas y elementos que facilitan las distintas labores.
Control
emocional:
El trabajador deber ser un hombre extravertido. Se
involucrará perfectamente con los problemas de su
trabajo y los vivirá como propios. Un control emocional
muy alto o muy bajos serían considerados como negativos.
Agresividad:
El trabajador deberá
adoptar una actitud firme y tenaz a la hora de defender
a su organización, pero sin caer en la obstinación.
Una argumentación lógica y razonada dará más frutos
que una exposición apasionada.
Dependencia
del superior:
El trabajador debe estar motivado por su tarea y trabajar
por que le guste lo que está haciendo y no por que
tenga un jefe detrás que le controle o le incentive.
Debe consultar con su superior cuando tenga dudas
o no sepa como actuar, pero en ningún caso debe de
existir una dependencia que le obligue a no hacer
nada hasta que lo decida el jefe.
OTRAS CUALIDADES QUE
TIENE QUE TENER EL TRABAJADOR
Hasta
ahora hemos visto las aptitudes y actitudes que debe
tener cualquier persona para trabajar. Sin embargo hay
otras cualidades que debe reunir para que su trabajo
resulte desarrollado con la máximas garantías de éxito.
Apariencia:
Una buena presencia es importante. En ningún momento
deberá despertar el rechazo de otras personas. No
debe ser un figurín pero si ir vestido de un modo
adecuado a las circunstancias y al ambiente.
Salud:
Se debe disfrutar de una buena salud, ya que se trata
de un trabajo duro y que consume mucha energía. Una
constitución débil y enfermiza no podrá soportar el
ritmo de ésta profesión.
Inteligencia:
Se debe tener una cierta inteligencia, ya que se va
a tratar con personas normales en la mayoría de los
casos. Los genios no suelen adaptarse a este tipo
de trabajo.
Modales:
El trabajador deberá ser un hombre correcto y educado
y deberá saber comportarse en cualquier situación.
Expresión:
Es conveniente que
no tenga ningún defecto de pronunciación o de dicción.
Deberá expresarse con soltura y seguridad.
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