Indice
LA SELECCION DE PERSONAL
FASES
DE LA SELECCION
La selección,
como cualquier otro proceso dentro de una organización,
necesita seguir una serie de pasos perfectamente definidos
y estructurados.
Lo ideal
es que exista una planificación previa, que permita
a la organización saber cuando va a necesitar personal
y poder poner los medios adecuados para asegurarse el
éxito, llegado el momento.
DESCRIPCION
DEL PUESTO
Este
sería el primer paso a dar, tanto si el puesto es de
nueva creación, como si ya había estado ocupado anteriormente,
conviene hacer una descripción, lo más completa posible
del mismo, a fin de poder hablar a los candidatos y
que nos servirá para ver cuáles de los aspirantes al
puesto cumplen con las necesidades del mismo.
Esta
descripción podríamos dividirla en tres grandes apartados:
A)
El puesto: Cuando se hace la descripción del
puesto en sí, como mínimo, deben hacerse y contestarse
las siguientes preguntas:
-Título
del puesto-,-Breve historia del mismo (si no es nueva
su creación)-, -Definición del propósito del puesto-,
-Objetivos básicos-, -Responsabilidades y funciones-,
-Qué decisiones va a poder tomar y qué autoridad se
le va a dar con respecto a los siguientes temas: dinero,
equipo, productos, personas-, -Dependencia jerárquica
y funcional-, -Quien debe sustituirle en caso de problemas
y a qué personas podrá él sustituir-, Qué formación
va recibir y donde-, -Base y área de trabajo-, -Fecha
de incorporación-, -Otros cuestionarios no especificados
y que puedan ser pertinentes.
B)
El candidato: Al describir el puesto en sí,
hemos detectados las necesidades que tenemos. Ahora
se trata de perfilar al hombre que mejor puede encajar
en el mismo. En consecuencia, habrá que plantearse
las siguientes cuestiones:
-Edad-,
-Sexo-, -Nacionalidad-, -Nivel de estudios-, -Formación
profesional complementaria-, -Experiencia: general y
específica-, -Limitaciones: qué características serían
poco deseable-, -Procedencia profesional ideal-, -Características
de personalidad-, -Otras características no especificadas
y que pueden ser pertinente-.
C)
Condiciones de empleo: Hasta ahora hemos hablado
de qué va a realizar el candidato, qué se le va a
exigir y llega el momento de especificar qué le vamos
a dar. De éste modo habrá que plantearse, como mínimo,
los siguientes temas:
-Salario
básico-, -Comisiones, incentivos, bonos-, -Gastos generales-,
-Viajes-, -Coche-, -Horario, -Vacaciones-, Pensión y
retiro-, -Seguros-, -Tipo de contrato-, -Período de
prueba-, -Posibilidades de promoción-, -Otros beneficios-.
RECLUTAMIENTO
Una vez
realizada la primera fase tiene lugar la etapa de reclutamiento,
consiste en reunir el número posible de aspirantes que
en principio tengan los requisitos básicos que fijará
la organización, siendo rechazados automáticamente sin
pasar a la siguiente fase aquellos que no los reúnan
todos.
Para
efectuar este reclutamiento, la organización deberá
acudir a varias fuentes:
-Archivo
de la propia organización-, -Oficinas de empleo-, -Colegios
profesionales (cuando se trate de un puesto que exige
titulación)-, -Anuncio en la prensa-.
PRESELECCION
Una vez
que hayan pasado ya varios días (diez suelen ser suficientes)
desde que empezaron los contactos o se pusieron los
anuncios, comienza la fase de preselección.
En este
momento hay que tomar todas las cartas, currículum e
informes recibidos y empezar a analizarlos, cotejándolos
con el perfil de requisitos mínimos exigidos.
Como
hemos dicho anteriormente, todas las personas que no
cumplan algunos de los requisitos mínimos deberán ser
eliminados del proceso de selección, centrándonos únicamente
en aquellos que sí los cumplen.
Podremos
ir eliminando candidatos, ya que, aunque cumplen los
requisito mínimos, por su trayectoria, edad, intereses,
podemos intuir que personas no van a encajar a corto
o mediano plazo en nuestra organización. A estas personas
habrá que eliminarla en esta segunda lectura.
Habrá
otras personas que muy claramente encajan en el puesto
y que, además, nos parecerán ideales pensando en el
futuro. A éstas habrá que entrevistarlas.
Por último,
habrá un tercer grupo de personas, que si bien podrían
encajar en el futuro, tenemos algún tipo de dudas con
respecto a ellas. A estas habrá que denominarlas de
reserva. El entrevistarlas o no dependerá del número
de candidatos muy interesantes que exista, o de cómo
se desarrollen las entrevistas con ellos. Un número
de entrevistados entre 12 y 15 por puesto de trabajo,
creemos que es suficiente.
Cuando
ya se haga la preselección y se haya designado el número
de candidatos a entrevistar, se procede a citarles (preferiblemente
por teléfono) a fin de concertar una entrevista. Las
entrevistas deberán ser de carácter individual y se
deben procurar distribuir de tal manera que los aspirantes
no tengan que coincidir ni a su salida ni a su entrada
con otros.
En ésta
primer entrevista, y tras saludar al candidato se le
expondrá brevemente cuál va a ser el plan a seguir y
a continuación, se le pedirá que rellene un formulario
de solicitud de empleo. Este formulario se utilizará
después como guía para la entrevista, permitiendo obtener
más o nueva información de los candidatos, y en cualquier
caso, poder contrastar los datos actuales con los que
envió en su carta o currículum vitae. Muchas veces encontraremos
diferencias que nos obligarán a indagar más en esos
puntos.
Una vez
cumplido este trámite, se procederá a la entrevista
propiamente dicha. Este primer contacto servirá para
reforzar las expectativas creadas en torno a cada candidato,
o bien para eliminarle totalmente.
Si tras
ésta entrevista (en la que habremos tratado de obtener
información del aspirante acerca de su pasado, presente
y futuro, y en la que a su vez, le habremos hablado
del puesto), creemos que un candidato no tiene posibilidades
de continuar adelante, deberemos decírselo con el mayor
tacto, pero de tal manera que lo entienda y no se marche
con la idea de que ha superado una fase y se encuentra
más cerca de alcanzar el puesto, cuando la verdad es
justamente lo contrario.
También
puede darse el caso de que cualquier candidato renuncie
a continuar con el proceso, una vez que haya obtenido
información de la organización, y el puesto piense que
puede venirle grande o pequeño, o simplemente, no le
interesa el desarrollo futuro que tendrá.
PRUEBAS
Y TEST
Esta
fase podrá hacerse inmediatamente después de acabar
esta primer entrevista, o proponerla para varios días
más tarde.
Cuando
las pruebas y los test que van a aplicarse al candidato
son pocas o no durarán en conjunto mucho tiempo, es
preferible hacerlas a continuación y con todos aquellos
que sean dudosos o nos gusten para el puesto. Tan sólo
aquellos que no lo veamos claramente habrá que despedirles
sin pasar por estas pruebas.
Si se
decide pasar por estas pruebas más tarde, entonces el
entrevistador tendrá más posibilidades de seleccionar
con frialdad y objetividad qué candidatos merecen la
pena, sin dejarse influir por las circunstancias del
momento.
Hay organizaciones
que son partidarias de aplicar grandes baterías de test
y muchas pruebas de tipo profesional, tanto habladas
como escritas. Otras, sin embargo, descansan el peso
de su decisión en las entrevistas personales y se auxiliarán
de algún test psicológico para detectar únicamente posibles
posturas extremas por parte de los candidatos y asegurarse
que se trata de personas normales. Los resultados de
las pruebas, siempre que sea posible, deberían ser comentados
con los candidatos.
SEGUNDA
ENTREVISTA
Una vez
corregidos y evaluados los test y las demás pruebas,
y contrastados con lo resultados de las entrevistas
personales, se procede a hacer una segunda preselección
de la que saldrán los candidatos que pasarán a tener
una segunda entrevista.
En ésta
fase habrá que ser más exigentes, en lo que respecta
a los requisitos a cumplir. Si los test se han hecho
inmediatamente después de la entrevista anterior y no
ha habido una selección fría de entrevistados, lo normal
es que un 25% de los candidatos los rechacemos de manera
total, otro 25% lo colocaremos en el grupo de reserva
y un 50% de los entrevistados pasen directamente a la
siguiente fase, que es la segunda entrevista.
Ahora
deberá intervenir el responsable de la organización
y el jefe inmediato del futuro empleado, suponiendo
que no sean la misma persona.
En este
segundo contacto en profundidad que se mantiene con
todos los postulantes que han llegado a esta fase, se
deben jugar las cartas a fondo. Ya no se puede andar
ocultando información por ninguna de las dos partes.
Se deben exponer las dificultados y los problemas reales
que tiene la organización, así como las posibilidades
de desarrollarse, promocionarse y ganar dinero.
Este
es el momento de negociar definitivamente el tema económico,
que habrá podido quedar definitivamente pospuesto hasta
este momento, a menos que las diferencias entre los
salarios ofertados y solicitados fueran tan grande de
que hubiera merecido ser discutido anteriormente.
Al acabar
las entrevistas, los candidatos deberían haberse decantado,
de tal manera que no tendría que haber más que dos o
tres, como máximo, con posibilidades de quedarse con
el puesto. Es ahora cuando tendrán que reunirse todas
las personas que intervinieron en la selección, poner
en común toda la información que poseen y tras estudiarla
y discutirla cuidadosamente, tomar una decisión.
LA CONTRATACION
Cuando
ya, por fin, haya habido una decisión acerca de quién
es la persona elegida, se le debe citar a fin de comunicárselo
y firmar el contrato, dejando definitivamente las condiciones
de colaboración.
Si por
alguna razón se demorase la firma del contrato, habría
que mantener a los candidatos finalistas en nuestra
cartera sin decir que ya ha habido decisión, hasta no
tener a ciencia cierta y a ser posible por escrito,
el sí del candidato elegido.
Una vez
que esto sucede es cuando habrá que ponerse en contacto
con todos aquellos candidatos a los que aún no se les
había dado un no definitivo y hacerlo. Es la persona
que ha dirigido la selección la encargada de realizarlo,
siempre que sea posible, de manera personal (a través
del teléfono).
La última
fase, pero no por ello menos delicada es la incorporación.
Al incorporarse el nuevo miembro del equipo, debe notar
que es bien recibido y que se espera de él que sea un
miembro más del grupo que ayude a llevar adelante a
la organización. Es en los momentos iniciales cuando
más va a necesitar del calor y el apoyo de los demás,
un mal comienzo puede dar por tierra con todo el trabajo
de selección, ya que no hay que olvidar un hecho de
vital importancia. La verdadera selección comienza cuando
el candidato elegido se incorpora a la organización.
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