TECNOLOGIA / INFORMATICA / INTERNET
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Son legales los programas de vigilancia laboral

Tu jefe espía tu PC

Con un pequeño programa es suficiente. Mails, sitios visitados y todo aquello que escribas en tu PC queda registrado en la computadora central de la empresa en que trabajas. ¿Son legales los sistemas de vigilancia laboral? Conoce la respuesta aquí y las formas de burlar los fisgones informáticos.

Ya sabes que las computadoras, Internet y el correo electrónico son útiles para buscar información y comunicarse a cualquier lugar del mundo en segundos. Pero también son útiles para que una empresa controle el trabajo de sus empleados y el uso que ellos le dan a las herramientas informáticas que les provee. Basta que tu jefe decida instalar un pequeño programa para tener un reporte completo de los sitios que navegas desde tu oficina, de los mails que envías y si lo desea, de las teclas que presionas a cada instante.
Y es por eso que estalla el debate: ¿pueden las empresas espiar así a sus trabajadores? Por ahora, en América Latina no existe una ley que responda a esa pregunta. Sólo algunos países de Europa se pronunciaron sobre la privacidad en el ámbito laboral. Pero, las opiniones son contrapuestas: la Justicia inglesa alienta el control sobre los trabajadores, mientras que en Francia y Alemania se lo reprime.
Lo cierto es que hay varios sistemas de vigilancia laboral y también varios programas para burlarlos .

Cuidado, espías trabajando
Una investigación efectuada por American Management Association reveló que el 45 por ciento de las empresas estadounidenses controlan las comunicaciones de sus empleados. Es que no es difícil hacerlo . Toda esa información viaja por las redes internas hasta una computadora central que acapara el contacto con Internet y desde allí sale a la red global. Por eso, basta controlar ese servidor que concentra el tráfico y usar programas especiales para leer el contenido de un mail o saber qué páginas se visitan.
Uno de los programas de espionaje laboral más usados es Little Brother, de la empresa Surf Control. Una vez, instalado en la computadora central de la empresa, este software copia todos los mensajes enviados por los empleados y las páginas que navegan durante toda la jornada laboral.
"¿Usted sabe exactamente que están haciendo sus empleados ahora? Telemate se lo informa minuto a minuto" reza el mensaje publicitario de Telemate.net, otro de los programas usados para espiar trabajadores y mostrar el uso de Internet, el correo electrónico y el teléfono en gráficos estadísticos.
Pero Desktop Detective llega todavía más allá: mantiene un registro de todas las teclas presionadas en cada programa. Instalado en la computadora de la víctima, el programa no da señales de vida, mientras funciona y para desinstalarlo se necesita una clave que sólo conoce quien lo activó.
Y casi al mismo ritmo que aparecen programas fisgones surgen otros para burlar su vigilancia . Por ejemplo, para evitar el control de mails personales , se usan los sistemas de encriptación como Pretty Good Privacy. Con él, un mensaje de correo solo puede ser leído por quien posea una clave privada.
Las charlas en el ICQ (otro objetivo de los espías laborales), están a salvo de lecturas indiscretas al encriptarlas con un accesorio llamado IC-SCrypt 128. El receptor sólo puede leer el texto si tiene una clave proporcionada por el remitente.
Pero más allá de estas defensas informáticas, todavía no está clara la legitimidad del espionaje laboral. En algunos países, la legislación se vuelca a favor de las empresas y en otros de los trabajadores.

Antecedentes en el mundo
Los países de América Latina no poseen un marco legal que indique expresamente si las empresas pueden vigilar o no las computadoras de los empleados. Fernando Maresca, un abogado especializado en derecho informático, dice que en la región " no hubo ningún caso de despido causado por el uso de la computadora de una empresa con fines personales ". Sólo en Chile y Brasil la Justicia acepta el formato digital como prueba ante el despido de trabajadores. Por eso, Maresca dice que, es poca la defensa que tiene el empleado si sus comunicaciones son espiadas.
En cambio, el abogado recuerda un antecedente que se igualó la privacidad del correo electrónico con el de una carta tradicional. La Justicia argentina recuerda como " el caso Lanata" , al juicio en el que el periodista Jorge Lanata publicó un mail privado en una revista. La revelación le valió una querella y finalmente la Justicia consideró que el mail posee las mismas condiciones de privacidad que la correspondencia en papel.

Inglaterra es el único país en el mundo con una ley que permite a las compañías controlar las comunicaciones de sus trabajadores. Se trata de la Ley de Regulación de las Comunicaciones, que permite instalar programas de control en las redes de computadoras de una empresa.
Por otro lado, la Justicia española consideró legal el despido de un empleado del Deutsche Bank que había enviado 140 mails ajenos a su actividad laboral. Práctica que estaba explícitamente prohibida en un contrato celebrado entre el banco y el trabajador despedido. Pero Estados Unidos es el país donde hubo mayor cantidad de despidos a causa de la vigilancia de las computadoras de empleados, más allá de que el Congreso de ese país efectuó una declaración a favor de la privacidad de los empleados.

En cambio, magistrados de Francia y Alemania se pronunciaron a favor de la intimidad de los trabajadores. Allí también se considera al mail en pie de igualdad con las cartas tradicionales.

Pero por ahora, sólo las organizaciones de navegantes impulsan campañas para defender el derecho a la intimidad. El Centro de Información de la Privacidad Electrónica (EPIC, por sus siglas en inglés) explicó que " nadie puede vigilar a un empleado, sin que evidencia real de que está desperdiciando los recursos de una empresa ". Y la española Asociación de Internautas busca dar marco legal a la protesta exigiendo que la inviolabilidad de las comunicaciones a través de Internet se agregue a los derechos vigentes de los trabajadores.